Esta película me suena. Ya la he visto.
Eso fue lo que pensé ayer cuando Hamilton volvió a poner un cero en su
casillero y Fernando se subió al tercer cajón del podio.
En 2005 y 2006 no ganó el Mundial por tener el mejor monoplaza de la
parrilla, sino por la regularidad que le dio el saber exprimir al máximo un
monoplaza que era el segundo, y en algunos grandes premios el tercero, de la
parrilla.
La historia se repite ahora. Fernando Alonso corre con un Ferrari
inferior a los Mc Laren y a los Red Bull, y además sus rivales tienen problemas
mecánicos o fallos humanos que cuestan mundiales.
Pero hay algo que me preocupa. En 2005 y 2006 yo tenía mucha confianza
en Renault (a pesar de que a mitad de temporada el coche dejaba de
evolucionar), porque el monoplaza azul y amarillo se mantenía en una segunda línea
que le permitía pelear por el podio o por la victoria dependiendo de las
características del circuito. Ahora Fernando pelea por conseguir llegar al
podio y en raras ocasiones por la victoria.

Aunque estoy yendo un poco más allá de lo que debería, porque Fernando
aún no ha expresado ninguna duda. Pero estoy seguro de que surgen en su cabeza.
Él ve un 500% más que cualquier observador exterior de la Fórmula 1, y la verdad es que eso es
una ventaja para una persona tan fría como él. No se amedranta ante la
inferioridad, simplemente se dedica a hacer su carrera lo mejor posible
sabiendo de antemano cuales van a ser condiciones y su papel en la pista. Que
un Williams se pone peleón y le demuestra que tiene mejor monoplaza que el
suyo, pues allá va el asturiano a
intentar hacer la machada.
Hubiera sido épico el adelantamiento a Maldonado en pista. Una lástima
que el venezolano tuviera que cambiar las ruedas y después retirarse, porque
nos dejó sin lo que podría haber sido un gran espectáculo. Por otro lado es
cierto que lo prefiero así, Pastor es un piloto muy impulsivo y nunca se sabe
lo que puede suceder en un circuito urbano como Singapur.
Fuera como fuere la cuestión es que ayer Magic instó a su escudería a
darle un coche mejor para el Gran Premio de Japón, y a pesar de que Marc Gené
decía el final de la retrasmisión que esperan tener un coche competidor para el
próximo gran premio, yo tengo mis serias dudas.
El Bicampeón del mundo no podrá llegar a ser el tricampeón más joven
de la historia si la ‘Scuderia’ no espabila. Solo quedan 6 carreras y tienen
que darlo todo y más. Aunque pase lo que pase se harán muy largas, pero eso
sería buena señal, ¿no?
Para ganar esta batalla tenemos de nuestro lado la mejor arma posible.
Un piloto que nunca se cansa de pelar y de correr hacía su objetivo. Fernando
Alonso. ¿Llegará a ser el mejor de la historia? Este año se juego mucho
prestigio para conseguir ese título honorífico. Aunque unos cuantos que no
alcanzan a comprender la grandeza lo que está sucediendo tan solo lo verán como
un Mundial más.
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