Cuantos palos le está lloviendo a Fernando Alonso en la prensa italiana en los últimos días. Parece que ya muchos se han olvidado de los halagos que desprendían hacia su figura en los últimos meses de competición de la temporada pasada.
Por aquel entonces algunos decían que Fernando era un “alquimista”, capaz incluso de predecir en qué condiciones climatológicas se iba a desarrollar una carrera. Otros le daban dotes sobrehumanas, calificándolo como el ‘mesías’ de un equipo perdido.
No es nuevo para el asturiano estar colocado en un pedestal y a los días verte relevado a una posición muy inferior por debajo de las suelas de los sedientos periodistas. Pero si es nuevo que se dude de su capacidad de lucha y entrega.
En la prensa italiana aseguran que Fernando ha perdido toda su ambición y que ha olvidado su espíritu de competición además de perder ese gran don que Dios le dió de cerrar las puertas a todo el que se atreviera a pisar los metros siguientes a su alerón trasero.
Muchas veces se le ha criticado por ser impulsivo (es cierto que ser impulsivo le ha llevado a cometer fallos, pero también a ser Bicampeón del Mundo), y ahora que corre más con la cabeza que con el corazón y prefiere no arriesgar la integridad de su monoplaza en batallas perdidas de antemano resulta que está falto de motivación.
Creo que la prensa italiana no tiene ni una aproximada idea del espíritu de competición que invade la vida del BiCampeón. No saben cuánto daría Fernando por tener ahora mismo un Ferrari tan competitivo como el Red Bull o el Mc Laren.
Se está conociendo en estos días los porqués de este desastroso comienzo de temporada en la “Scuderia”. Los ingenieros han descubierto el ‘problema’ después de tres carreras.
Bravo por ellos, pero en Mc Laren descubrieron donde estaba el plena pretemporada, cuando vieron que los Red Bull les barrían de la pista. Trabajaron contrarreloj y presentaron un coche en Australia capaz de pelear por los podios.
Resulta que el túnel del viento está una vez más mal estructurado. ¿No os suena esto? Fue la razón por la que Fernando el año pasado tuvo que esperar hasta la novena carrera para tener un coche ‘competitivo’. ¿Cómo es posible que una escudería con 400 millones de presupuesto repita dos veces un fallo tan clamoroso como este?
¿A que se dedican los ingenieros de Ferrari en invierno? Yo no soy ningún superdotado ni jamás alcanzaré a tener sus conocimientos, pero está claro que algo falla dentro de esa escudería.
En la escudería del ‘Cavalino’ tienen que trabajar los mejores para ser los mejores, y está claro que eso no es lo que está sucediendo. No se puede basar todo el trabajo de una temporada sobre unos cimientos defectuosos y tambaleantes. Ha tenido que pasar un mes de competición para que se descubriera esta terrible noticia, de nuevo.
La parte positiva es que este año solo han pasado 3 carreras. La parte negativa es que este año Sebastian Vettel está mucho más centrado que la temporada pasada, ya es Campeón del Mundo, y eso es un plus que le llevará a cometer menos equivocaciones (pero tranquilos, que cometerá igualmente). Y que nadie se olvide de Lewis Hamilton, ese ‘maldito malvado’ que quiere y podrá animar el campeonato con sus bestiales frenadas (que algún día le costarán la carrera) y la rapidez de su bala plateada.
Para Turquía volveré a apostar por Fernando, como llevo haciendo un mes, pero espero que esta vez en lugar de una apuesta con el corazón e implorando que sucedan cosas extrañas en carrera sea una apuesta con la cabeza y a caballo ganador.
Ah, y por si alguien lo dudaba, mi favorito para ganar este Mundial sigue siendo Fernando Alonso. Antes o después con fallos o sin ellos, Ferrari volverá a estar en la lucha.
Cuando esto suceda, muchos se volverán a subir al carro como ya hicieran la temporada pasada. Y ahí estaré yo para recordarles lo fácil que les resulta cambiarse la chaqueta.
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