
Habrá quien ayer se contentó con ver a Fernando Alonso subir al podio de Hungaroring, quien se contentó con el hecho de que es el piloto que más puntos ha hecho en el mes de Julio. Pero a mí ese podio, y ese liderado del mes de Julio me dejaron un sabor agridulce.
Por una parte había que estar contentos, pues el Ferrari ayer no era un coche para hacer podio y los errores de Webber y Hamilton en su cambio a neumáticos intermedios antes de hora le regalaron el tercer puesto. Pero por otra parte pienso que si la carrera hubiera sido en seco Alonso podría haber ganado. Para más INRI Vettel finalizó por delante de Fernando, (otros tres puntos más que perdemos respecto con el liderato) y creo firmemente que sin agua y con el calor que suele hacer habitualmente a estas alturas del año en el trazado húngaro, el ‘150º Italia’ hubiera sido más rápido.
Esa es la explicación de porqué no celebré tanto el podio de Fernando como lo he celebrado otros días. Aunque es cierto que ayer había que celebrar que la suerte de volvió de nuestro lado, que por un día que no nos tocaba hacer podio, lo hicimos. Al final el gran Fernando Alonso tiene razón, la suerte se va compensando a lo largo del año. Lo que pierdes un día de forma injusta lo puedes recibir otro de forma inmerecida. Y ayer el Ferrari no era coche de podio.
Ahora hay que mirar al futuro, que pinta muy negro, Fernando sigue estando a 89 puntos del liderato, y ya solo quedan 200 en juego. Las posibilidades disminuyen y Vettel no desfallece. El Red Bull este año no pincha.
Si Ferrari hubiera comenzado el mundial con el coche que llevaron a Valencia, otro gallo cantaría, pero lo cierto es que panorama está muy gris.
Yo, siempre defensor de las causas perdidas, creo que hasta que matemáticamente no se ha perdido un campeonato, una Liga, un torneo, hay que pelearlo hasta el final. Desde la ‘Scuderia’ ya se ha lanzado el mensaje de que van a seguir desarrollando el coche, no se van a detener y no se van a rendir. Ese es el espíritu que Fernando ha inculcado dentro de la escudería italiana. Recuerdo que en 2009 a mediante mundial dejaron de evolucionar el coche para centrarse en el del año siguiente. Pero que podían hacer con un Raikkonen más fuera que dentro de las pistas y un Felipe Massa que se representaba a sí mismo en la más máxima expresión de un “quiero y no puedo”.
No quiero infravalorar al brasileño, si está en la Fórmula 1 es porque es uno de los mejores pilotos del Mundo, pero está claro que no es un piloto para ganar Mundiales.
Pero no hablemos de las penurias de Ferrari en tiempos pasados y recordemos éxitos alonsiostas. Ayer nos quedamos sin romper el “gafe” de Hungaroring. Lo digo entre comillas porque a pesar de que ha estado cerca en más de una ocasión y Fernando sigue sin poder ganar en aquel circuito que le llevó por primera vez a la gloria en 2003 sumó su cuarto podio Hugaroring. De forma que el año que esperemos que al año que viene siga este “gafe”.
Se acaba ahora la primera parte de la temporada y el 28 de Agosto nos espera Spa-Francochamps, que por cierto, por si no lo sabéis, la FIA estudia alternarlo con ‘Paul Ricard’ a partir de 2013. Creo palabras como crimen o aberración son las que mejor definen las intenciones de Ecclestone que solo mueve por los intereses económicos.
Juan Manuel Fangio y Ayrton Senna tienen que estar revolviéndose en su tumba por culpa de este personaje. Porque este personaje señores, está matando la verdadera Fórmula 1.
En Monza 2006 Alonso ya dijo que “la Fórmula 1 ya no es un deporte”, y cuánta razón tenía el asturiano.
Ojalá que para cuando lleguemos al trazado belga, Ferrari haya conseguido evolucionar un poco más el coche para así empezar a pensar en la victoria carrera tras carreras. A pesar del cierre de las fábricas, nadie se cree que los ingenieros no se lleven trabajo a casa. Jaja.
Para los amantes de la estadística, con el podio de ayer Fernando se convirtió en el cuarto piloto histórico en solitario con más podio, superando los 68 de Rubens Barrichello.
P.D. No viene a cuento, pero tengo que expresarlo al mundo. Ayer pasé uno de los días más felices de mi vida, y ninguna causa deportiva tuvo que ver esa gran felicidad que me embargaba. 31.07.2011 (L)
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