No quiero extenderme mucho en estas líneas, ya que en las últimas semanas he tenido que escribir demasiadas letras en la dirección que ahora voy a tomar. Letras que intentan dar ánimo y esperanza al Alonsismo en los momentos tan díficiles que ahora nos están tocando vivir.
"Para bien o para mal, he nacido testarudo y sigo pensado que queda tiempo". Estas son las palabras que hoy ha dicho Fernando Alonso a la conclusión del Gran Premio de España.
Que queréis que os diga, mientras este señor siga teniendo fe, yo seguiré creyendo en los milagros.
Sé que estamos a 67 puntos del liderato, sé que Sebastián Vettel ha ganado 4 de las 5 carreras ya disputadas, sé que parece que este Mundial va a ser un paseo militar del alemán. Pero ahora, que todo parece perdido y que cuesta tanto creer en las remontadas os pido que no abandonéis la fe que tenéis en Magic.
Si alguien puede cambiar esta situación es él, si alguien puede desafiar al todopoderoso Sebastian Vettel y su imperio de Red Bulls es nuestro BiCampeón del Mundo.
Hoy muchos paradójicamente hemos vuelto a desear que ganara Lewis Hamilton, y es que cada bandera a cuadros que el alemán ve como primero se aleja un poquito más la posibilidad de ver a Fernando ganando su tercer mundial en el mes de Noviembre.
No os voy a mentir ni quiero infundiros falsas esperanzas. Sebastian Vettel es aún mejor piloto que el año pasado, ya que este año su coche tiene mucha más fiabilidad y tiene la cabeza de un Campeón. Sé que lo llevo diciendo todo el año, pero es que ésta es la realidad, el número 1 de la parrilla ha conseguido perfeccionar su técnica y esto hace más difícil vencer a esos que los sábados están otra galaxia. Pero lo cierto es que en carrera no están en otra galaxia, lo cierto es que en carrera hoy hemos visto como Vettel ha tenido que hacer su segundo pit-stop en la vuelta 16 para deshacerse de esa especie de tortuga-ferrari que tenía delante y al vez poder quitarse la presión del Mc Laren de Hamilton que ya le asomaba el morro demasiado por los retrovisores.
El dominio aplastante de Red Bull puede acabar a poco que consigan perder su ventaja los sábados, ya que hoy los Mc Laren eran más veloces que ellos, y se ha demostrado cuando en las vueltas finales Hamilton no se despegaba del alerón trasero del alemán. Pero la Fórmula 1 es así de bonita, cuando delante de ti tienes a un Campeón del Mundo a veces no te sirve tener el mejor coche de la parrilla. Que se lo digan sino al mismo alemán, que impotente veía como el Ferrari que era segundo y pico más lento por vuelta que su coche le ha aguantado estoicamente. Ni DRS, ni KERS, Fernando le cerraba todas las puertas existentes mientras ha podido. Después de la segunda parada la historia ya ha sido otra. Estaba claro que la caída libre iba a continuar hasta la pérdida del cuarto puesto, para recuperar la posición natural de quinto que le pertenecía. Por eso ayer Fernando estaba tan contento al cosechar ese cuarto puesto en la parrilla que le sabía a gloria, porque se había colado delante de un Mc Laren haciendo Magia.
Aunque para Magia la que hemos visto en la salida de hoy. Hacía mucho tiempo que no saltaba de mi silla como he saltado hoy. Madre mía del señor, que salida ha hecho Magic. No dudo en calificarla como la mejor del mundial hasta el día de hoy. Ojalá que esto signifique un cambio en positivo en esta faceta para los Ferrari de aquí en adelante. Y hablando de Ferrari, Massa ha vuelto a evidenciar hoy que el coche no está para ganar nada. Ha tenido que abandonar cuando era décimo y sus vueltas en pista eran realmente deprimentes para la ‘Scuderia’. Ojo, no estoy criticando al brasileño. No se puede hacer mucho más si no te dan un buen coche. El día que volvamos a ver al escudero de Fernando peleando por el podio, el asturiano ganará carreras, pero hasta entonces nos vamos a tener que conformar con los ratos de magia que nos ha proporcionado hoy durante 16 vueltas, en las que nos ha invitado a soñar.
Si él hubiera podido comunicarse con nosotros nos hubiera despertado del sueño y nos hubiera advertido que todo era parte de un gran truco de prestidigitador, que nos estaba engañando con una mano para con la otra intentar alargar la magia lo máximo posible. Cuando ha salido de su segunda parada, Vettel le sacaba 3,3 segundos. Esto es una vuelta significa una pérdida de 1,1 segundos por sector, simplemente demoledor.
La escudería del Cavalino Rampante no se puede permitir la vergüenza de que uno de sus pilotos acabe quinto y encima sea doblado. Es algo que degrada el nombre y el prestigio de la marca. Ahora mismo muchos aficionados dudan de su poder. Yo sigo confiando en el mismo hombre que siempre he confiando, mi mago favorito.
Y termino con las palabras que he puesto al principio, porque a mí por lo menos me infuden confianza y fe. No espero menos de alguien que nunca se rinde.
"Para bien o para mal, he nacido testarudo y sigo pensado que queda tiempo".